martes, 1 de septiembre de 2009

Argentina
(igualito que en Uruguay)

31/08/2009
Las “COOPERATIVAS" K
”Políticas sociales K: todo el poder a los intendentes del conurbano"

La presidenta anunció la creación de cien mil puestos de trabajo en "cooperativas", que de cooperativas tendrán sólo el nombre: se tratará de cuadrillas municipales manejadas por los punteros que elija cada intendente. Más allá de una primera valoración por la aplicación de políticas sociales más activas ante la desocupación, en cuanto a la modalidad de implementación estos planes apuntan a fortalecer al aparato del PJ y reproducir la lógica clientelar y punteril en cada municipio. Las organizaciones barriales, territoriales y de desocupados darán pelea por la gestión autónoma de las cooperativas y ya anuncian movilizaciones y protestas.
La ministra Alicia Kirchner, aseguró que el objetivo es que las cooperativas “no tengan una dependencia del Estado, sino que alcancen su autonomía”. Sin embargo, el direccioanamiento buscado hasta ahora parece demostrar lo contrario. A principios del 1997 se lanzó el primer plan social de empleo. Los planes “Trabajar”, que otrorgaban subsidios de 200 pesos y que tenían por obejtivo controlar políticamente el descontento frente a una situación económica de pobreza y desocupación en crecimiento. Tal como entonces, el programa lanzado por el gobierno que encabeza Cristina Fernández para “enfrentar la pobreza con trabajo” se apoya nuevamente en los intendentes y los punteros de la provincia de Buenos Aires para generar trabajo en obra pública. Numerosas organizaciones sociales denunciaron la insuficiencia del plan que, al menos inicialmente, se aplicará sólo en el conurbano y reclamaron políticas universales que eviten el manejo discrecional y que puedan ser llevadas adelante por quienes vienen trabajando con emprendimientos productivos y trabajo autogestionado.El programa “Ingreso Social más Trabajo” -que en su experiencia piloto estuvo dirigido por Emilio Pérsico del Movimiento Evita- va a depender ahora del chubutense Aldo Marconetto, hombre de confianza de Alicia Kirchner, quien comandará la Unidad Ejecutora y dependerá del Ministerio de Desarrollo Social. El plan será manejado por los municipios, quienes detrminarán la autorización de obras en donde trabajarán las “cooperativas”. Desde diversas organizaciones sociales se valoró la iniciativa del programa, pero se cuestionó el manejo clientelar del mismo y ya se realizaron y anunciaron nuevas movilizaciones, así como distintos grupos comenzaron a preparar planes de trabajo orientados a la refacción de escuelas, construcción de bachilleratos populares impuolsados por las organizaciones, obras públicas para reclamarle al gobierno ser parte del plan, con cooperativas y trabajos que tienen un desarrollo previo. Federico Orchani integra, desde hace 2 años, la Cooperativa de Servicios “Darío Santillán”, y aseguró: “Más allá de la discusión sobre si los 1350 pesos anunciados para quienes trabajen en estos proyectos cubren la canasta alimentaria -que no la cubren-, para nosotros el conflicto central es que los intendentes van a manejar con las prácticas nefastas que ya conocemos este plan de cien mil cupos laborales. Ahí vamos a dar batalla defendiendo nuestra capacidad de gestión autónoma como organizaciones sociales y saldremos a la calle a luchar porque seamos todas las organizaciones que ya venimos trabajando las que podamos organizar el trabajo”. Por otro lado, diversas organizaciones populares se movilizaron en las últimas semanas para reclamar ser incorporadas en el plan que va a desarrollar el gobierno, denunciar su insuficiencia y pedir un acceso democrático en la asignación del mismo. “Cien mil puestos de trabajo no alcanzan. No queremos trabajadores de segunda: reclamamos un ingreso mínimo garantizado, estabilidad laboral, jornada de 8hs, vacaciones pagas, aguinaldo, acceso a jubilación y obra social, cobertura por accidentes, salario familiar y asignación por hijo, licencias por enfermedad y maternidad, derecho a paritarias”, aseguraron en un comunicado el Frente de Organizaciones en Lucha, el MTD Anibal Verón Nueva Fuerza y la Federación de Organizaciones de Base, entre otros movimientos. Si bien la Ministra de Desarrollo Social propone que el programa permita fortalecer el movimiento cooperativista, a primera vista, no aparece un impulso al trabajo cooperativo preexistente y la misma Ministra acepta, en declaraciones públicas, que no hubo un seguimiento a los trabajos desarrollados y que estuvieron frenados varios años. Esto refuerza la idea de que es improbable que se conformen 2 mil cooperativas de cincuenta personas para el desarrollo de esos cien mil cupos laborales y que se resuelva por los carriles tradicionales de control de los intendentes. El programa lanzado por la Presidenta da continuidad al paradigma de las políticas sociales "focalizadas", cuya receta forma parte de las recomendaciones del Banco Mundial, donde los recursos y proyectos se destinan a una porción mínima de los sectores empobrecidos de la sociedad. Ante esto, muchos continúan reclamando una asignación universal por hijo. Si consideramos que, según datos de la CTA, hay más de 10 millones de personas en la precariedad laboral, el programa gubernamental abarcaría a poco más del 1 por ciento de los hogares en situación de pobreza. Por su parte, el diputado y economista Claudio Lozano aseguró que el problema no es si el gobierno tiene recursos para garantizar un ingreso universal por hijo sino que no está entre sus prioridades e informó que en el Presupuesto de 2009 se designaron 41 millones de pesos en regímenes promocionales y subsidios a las principales empresas del país, quienes recibieron el mismo monto que se designó durante los últimos seis años para políticas sociales. En el anuncio del programa, la presidenta hablo de la dificultad de implementar una asignación por hijo porque, si fuera de 250 pesos, el Estado necesitaría 15.600 millones de pesos. El freno de la economía pusó en debate el modelo neodesarrolista, basado en subsidios a la grandes empresas, para que, con el amuento de la producción, la copa finalmente derrame. No ocurrió en los mejores años de la etapa kirchnerista. Frente a este panorama, numerosas organizaciones sociales vienen coordinando cómo tomar los ejes planteados por el gobierno y movilizarse para reclamar por los cupos de trabajo y desarrollar el trabajo de forma independiente y autogestiva.

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